Cartografía de Corrientes de Educación Ambiental y sus Ámbitos de Aplicación.
Legislación Ambiental.
Leyes, reglamentos y Normas para la Preservaqción del Ambiente.

sábado, 25 de junio de 2011

CORRIENTES DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL
Cuando se aborda el campo de la educación ambiental, uno se puede dar cuenta que a pesar de su preocupación común por el medio ambiente y el reconocimiento del papel central de la educación para el mejoramiento de la relación con este último, los diferentes autores (investigadores, profesores, pedagogos, animadores, asociaciones, organismos, etc.) adoptan diferentes discursos sobre la EA y proponen diversas maneras de concebir y de practicar la acción educativa en este campo. Cada uno predica su propia visión y se ha incluso visto fundarse cuál es el método más adecuado.
Cuando hablamos de corriente se refiere aquí a una manera general de concebir y de practicar la educación ambiental. A una misma corriente, pueden incorporarse una pluralidad y una diversidad de proposiciones. Por otra parte, una misma proposición puede corresponder a dos o tres corrientes diferentes, según el ángulo bajo el cual es analizada. Finalmente, si bien cada una de las corrientes presenta un conjunto de características específicas que la distinguen de las otras,
Las corrientes no son sin embargo mutuamente excluyentes en todos los planos: ciertas corrientes comparten características comunes. Esta sistematización de las corrientes deviene una herramienta de análisis al servicio de la exploración de la diversidad de proposiciones pedagógicas y no un cepo que obliga a clasificar todo en categorías rígidas, con el riesgo de deformar la realidad.

Examinaremos brevemente quince corrientes de educación ambiental. Algunas tienen una Tradición más «antigua» y han sido dominantes en las primeras décadas de la EA (los años 1970 y 1980); otras corresponden a preocupaciones que han surgido recientemente. Entre las corrientes que tienen una larga tradición en educación ambiental, analizaremos las Siguientes: la corriente naturalista, la corriente conservacionista / recursista, la corriente resolutiva, la corriente sistémica, la corriente científica, la corriente humanista, la corriente moral / ética.
Entre las corrientes más recientes: la corriente holística, la corriente bio-regionalista, la corriente práxica, la corriente crítica, la corriente feminista, a corriente etnográfica, la corriente de la eco-educación y la corriente de la sostenibilidad / sustentabilidad
De esas 15 corrientes me identifico con la corriente sistémica porque permite conocer y comprender
adecuadamente las realidades y las problemáticas ambientales. El análisis sistémico permite identificar los diferentes componentes de un sistema ambiental y de poner en relieve las relaciones entre sus componentes, entre las cuales las relaciones entre los elementos biofísicos y los elementos sociales de una situación ambiental.

CORRIENTES TRADICIONALES

LA CORRIENTE NATURALISTA
Valora la relación con la Naturaleza, a la que ve como una fuente de estímulos inagotables para el desarrollo humano en todas sus facetas y capacidades: cognitivas, afectivas, creativas, espirituales, vivenciales, sociales, etc. Entre sus promotores se encuentran Steve Van Matre con la Earth Education, Michael Cohen, Darlene Clover o Geoff Cooper con la Outdoor Education (educación al aire libre). (Sauvé, 2004).
Las proposiciones de la corriente naturalista reconocen a menudo el valor intrínseco de la naturaleza, más arriba y más allá de los recursos que ella entrega y del saber que se pueda obtener de ella.


LA CORRIENTE CONSERVACIONISTA / RECURSISTA
Recupera el componente verde del entorno, pone el acento a problemas ambientales relacionados con lo ecológico, como la extinción de especies silvestres y la protección de áreas naturales (conservación de los recursos). Cuando se habla de“conservación de la naturaleza”, como de la biodiversidad, se trata sobre todo de una naturaleza recurso.
Encontramos aquí una preocupación por la “gestión del medio ambiente”, llamada más bien gestión ambiental. (Sauvé,2004). Es la más difundida y ha integrado la educación familiar o comunitaria en los medios donde los recursos son escasos y es promovida en países que tienen conflictos por recursos. Están relacionadas con ella, los programas de educación ambiental centrados en las tres “R“ (Reducción, Reutilización y Reciclado), o de gestión ambiental (del agua, de desechos, de la energía, etc.) o de educación para el consumo. Wolfgang Sachs formula una advertencia contra la tendencia recursista en materia de medio ambiente y plantea “Un recurso es una cosa que no cumple su fin sino cuando es transformada en otra cosa: su valor propio se volatiliza ante la pretensión de intereses superiores. (…) [que] los marca como objetos que requieren la gestión de planificadores y el cálculo de precios de los economistas. Este discurso ecológico conduce a acelerar la famosa colonización del mundo vivo. (Sachs y Esteva, 1996).


LA CORRIENTE RESOLUTIVA
Surgió a comienzos de los años 70´ cuando se revelaron la amplitud, la gravedad y la aceleración creciente de los problemas ambientales. (…). Adopta la visión central de educación ambiental propuesta por la UNESCO en el marco de su Programa Internacional de Educación Ambiental (1975-1995)” (Sauvé, 2004). Una de las propuestas más representativas es la de Harold R. Hungerford que junto a sus colaboradores de la Southern Illinois University (1992), propusieron un modelo pedagógico basado en el desarrollo secuencial de habilidades para la resolución de problemas ambientales, que se impuso en los Estados Unidos.

LA CORRIENTE SISTÉMICA
Fue creada en 1936 por el inglés Tawnsley 20 para aplicarla a una comunidad que alcanza una cierta organización en el plano nutricional o trófico y en el energético, por el intercambio de los organismos entre sí y con su medio; así como la distribución de energía y materia. Lo que pone en evidencia que los recursos naturales (el agua, el suelo, la energía solar, las especies vegetales y animales) son elementos integrados y articulados en conjunto o como unidades medioambientales. Se impuso en los años 1970 y sirvió de base para el desarrollo de la ecología humana. Para aplicarla en la educación a través de un enfoque interdisciplinario se deben plantear o formular los objetivos, los alcances y la valoración e integración de la problemática ambiental en todos los niveles educativos Un ejemplo es la obra “Une éducation pour l’environnement” de André Giordan y Christian Souchon.
El análisis sistémico permite identificar los diferentes componentes de un sistema ambiental y de poner en relieve las relaciones entre sus componentes, entre las cuales las relaciones entre los elementos biofísicos y los elementos sociales de una situación ambiental. Es decir que mira la estructura de un evento y busca la relación funcional entre sus elementos. (Sauvé, 2004).

LA CORRIENTE CIENTÍFICA
Aporta una visión de síntesis entre las dos perspectivas anteriores y se aproxima más a un tipo de EA orientada por los modelos de trabajo de las Ciencias Naturales y de la investigación del medio. Su enfoque es de tipo cognitivo y trata de identificar las relaciones causa – efecto de los problemas ambientales. La corriente científica es completamente positivista y marca patrones clásicos de metodología de la investigación. Sin embargo, el objetivar el entorno no da salidas satisfactorias a la problemática ambiental actual. (Sauvé, 2004).

  LA CORRIENTE HUMANISTA
Trata de evidenciar la dimensión humana del Medio Ambiente y se aborda desde la perspectiva cultural, el paisaje, la geografía, construyendo una representación sensorial, afectiva, cognitiva. Fue desarrollada en el campo profesional de los geógrafos, diseñadores, arquitectos e historiadores. Su enfoque es cognitivo, “pero más allá del rigor de la observación, del análisis y de la síntesis, la corriente humanista convoca también a lo sensorial, a la sensibilidad afectiva, a la creatividad”. (Sauvé, 2004). Bernard Dehan y Josette Oberlinkels (1984) proponen un modelo de intervención que incita a explorar el medio ambiente como medio de vida y a construir una representación de este último.


LA CORRIENTE MORAL/ÉTICA
Ve a la formación ambiental como una cuestión de desarrollo de valores éticos y morales que se traducen en comportamientos socialmente deseables en el mundo social y profesional.   La teoría de los sistemas sustenta sus bases a partir de la ciencia, la tecnología y la filosofía, es un puente entre las ciencias naturales y sociales al integrar una metodología transdiciplinaria. Ha traspasado los límites de varias disciplinas (antropología, comunicación, psicología, entre otras). Son expresiones de ella el biocentrismo, antropocentrismo, egocentrismo, sociocentrismo, etc. Un modelo pedagógico referente es el de Louis Iozzi (1987), que confronta a los alumnos ante conflictos morales para tomen decisiones y justifiquen sus elecciones.

CORRIENTES EMERGENTES
 Entre las corrientes más recientes:
Ø   la corriente holística
Ø   la corriente bio-regionalista
Ø   la corriente práxica
Ø   la corriente crítica
Ø   la corriente feminista
Ø   la corriente etnográfica
Ø   la corriente de la eco-educación
Ø   la corriente de la sostenibilidad / sustentabilidad

LA CORRIENTE  HOLÍSTICA
Considera que “el enfoque exclusivamente analítico y racional de las realidades ambientales se encuentra en el origen de muchos problemas actuales”. La corriente holística se sitúa al interior de los paradigmas emergentes que establecen el desarrollo global de las personas, consideradas como talentos y no solo “recursos o capital humanos”. Además, rompe con la concepción adaptacionista de las ciencias naturales que ven al ser humano como adaptado a su medio, sin considerar que éste - en miles de años de pervivencia cultural en un determinado espacio geográfico – ha construido su entorno de acuerdo a sus necesidades.(Cfr. William Baleé y Darell Posey. "Resource Management in Amazonia" y otros ) (Sauvé, 2004).


LA CORRIENTE  BIO-REGIONALISTA
Se inspira en una ética ecocéntrica y enfoca a la educación ambiental en una relación preferencial con el medio local o regional, la generación del sentido de pertenencia a este último y el compromiso en favor de la valorización de este medio, porque parte del concepto de bio-región, esta última tiene dos elementos esenciales: 1) se trata de un espacio geográfico definido más por sus características naturales que por sus fronteras políticas; 2) se refiere a un sentimiento de identidad en las comunidades humanas que allí viven, en relación con el conocimiento de este medio y el deseo de adoptar modos de vida que contribuirán a la valorización de la comunidad natural de la región. (Sauvé, 2004).


LA CORRIENTE PRÁXICA
Pone énfasis en el aprendizaje en la acción, no trata de desarrollar los conocimientos y las habilidades en vista de una eventual acción, sino de ponerse inmediatamente en situación de acción y de aprender a través del proyecto por y para ese proyecto. Su método es el de investigación-acción que pretende producir un cambio en la gente y en el medio ambiente, mediante una dinámica participativa, que implique a los diferentes actores de una situación por transformar. (Sauvé, 2004).


LA CORRIENTE CRÍTICA SOCIAL
Se inspira en el campo de la teoría crítica, que se desarrolló inicialmente en las ciencias sociales para incorporarse en la década del 80´en el campo de la educación ambiental. Analiza las dinámicas sociales presentes en la base de las realidades y problemáticas ambientales y se centra en una pedagogía de proyectos interdisciplinarios, que a través de un saber-acción permitan resolver problemas locales.
La postura crítica es igualmente aplicada a las realidades educacionales. La educación ambiental que se inscribe en una perspectiva socio-crítica (socially critical environmental education), invita a los participantes a entrar en un proceso de investigación con respecto a sus propias actividades de educación ambiental (…) En particular hay que considerar las rupturas entre lo que el práctico piensa que hace y lo que en realidad hace y entre lo que ellos quieren hacer y lo que pueden hacer en su contexto de intervención específica. El práctico debe comprometerse en este cuestionamiento, porque la búsqueda de soluciones válidas pasa por el análisis de las relaciones entre la teoría y la práctica. (…) La reflexión crítica debe abarcar igualmente las premisas y valores que fundan las políticas educacionales, las estructuras organizacionales y las prácticas en clase. El práctico puede desarrollar, a través de este enfoque crítico de las realidades del medio, su propia teoría de la educación ambiental. (Robottom y Hart, 1993, p. 24). (Sauvé, 2004).

LA CORRIENTE FEMINISTA
Analiza y denuncia las relaciones de poder que los hombres ejercen en ciertos contextos hacia las mujeres y sobre la necesidad de integrar las perspectivas y valores feministas en los modos de gobierno. Annette Greenall Gough (1998) aplica la crítica feminista al movimiento de educación ambiental, al observar que en los eventos internacionales fundacionales de la educación ambiental no se la destaca la contribución de las mujeres. Darlene Clover (2000, p. 16-18) considera que “al igual 21 Holístico es la totalidad que representa cada individuo, cada realidad, y la red de relaciones que une a esos individuos en conjuntos de pertenencias en donde adquieren identidad. 22 La bioregión posee dos elementos esenciales: 1) es un espacio geográfico definido más por sus características naturales que por sus fronteras políticas y 2) se refiere a un sentimiento de identidad en las comunidades humanas que allí viven, en relación con el conocimiento del medio y el deseo de adoptar modos de vida que permitirán la valorización de la comunidad natural de la región. que la educación popular, la educación de adultos con una perspectiva feminista, es también un proceso de “concientización”, en el sentido que le da Paulo Freire, es decir un proceso en el cual las personas no son receptoras de un saber exógeno sino sujetos en aprendizaje que se despiertan a las realidades socioculturales, que dan forma a su vida y desarrollan habilidades para transformar estas realidades que les conciernen. (…) Las mujeres son a menudo las primeras en intervenir en educación ambiental (…). Estas habilidades son cada vez más esenciales frente a la degradación del medio ambiente (…) han desarrollado en lo cotidiano estrategias de supervivencia de las cuales debe inspirarse la supervivencia del planeta. Sus ideas y sus acciones traducen otra comprensión de las problemáticas actuales (…), a nivel de un saber superior (…)..(Sauvé, 2004).

LA CORRIENTE ETNOGRÁFICA
Pone énfasis en el carácter cultural de la relación con el medio ambiente y propone inspirarse en las pedagogías de diversas culturas que tienen otra relación con el medio ambiente. Un ejemplo es el modelo pedagógico propuesto por Michael J. Caduto y Joseph Bruchac (1988), titulado “Los Guardianes de la Tierra” que utiliza cuentos amerindios para desarrollar una comprensión y apreciación de la Tierra y privilegia una relación humana con la naturaleza fundada en la pertenencia y no en el control. (Sauvé, 2004).



LA CORRIENTE DE LA ECO-EDUCACIÓN
El medio ambiente es percibido como una esfera de interacción esencial para la eco-formación o la eco-ontogénesis. No se trata de resolver problemas, sino de aprovechar la relación con el medio ambiente como crisol de desarrollo personal, al fundamento de un actuar significante y responsable. (Sauvé, 2004).

LA CORRIENTE DE LA SOSTENIBILIDAD / SUSTENTABILIDAD
Tiene un carácter desarrollista, integra diversas concepciones y prácticas. el paradigma del desarrollo sostenible, que conoció su expansión a mediados de los años 1980, ha penetrado poco a poco el movimiento de la educación ambiental y se impuso como una perspectiva dominante. Sus fundamentos quedan explicitados en un documento titulado “reforma de la educación para un desarrollo sostenible”, publicado y difundido por la UNESCO en el congreso eco-ed, con la siguiente expresión: “la función de una educación que responde a las necesidades del desarrollo sostenible consiste esencialmente en desarrollar los recursos humanos, en apoyar el progreso técnico y en promover las condiciones culturales que favorecen los cambios sociales y económicos. ello es la clave de la utilización creadora y efectiva del potencial humano y de todas las formas de capital para asegurar un crecimiento rápido y más justo reduciendo las incidencias en el medio ambiente.(…) los hechos prueban que la educación general está positivamente ligada a la productividad y al progreso técnico porque ella permite a las empresas obtener y evaluar las informaciones sobre las nuevas tecnologías y sobre oportunidades económicas variadas.(…) la educación aparece cada vez más no solamente como un servicio social sino como un objeto de política económica. (L. Albala-Bertrand y colaboradores, 1992). (Sauvé, 2004).